jueves, 18 de febrero de 2010

Anda que...

Brevemente, que está la cosa muy malita en el curro y por eso menudeo menos por aquí, pero es que por fin he tenido dos minutos de respiro, miro por la blogosfera, y me veo a mi misma hace dos entraditas hablando de los objetivos de 2010 y no sé qué. Pos fale.

Que eso, que además de que la cosa anda así así en la empresa, que resulta que el 19 de diciembre, en saliendo de cronometrar las 6 horas de Rivas, no vi el bordillo del parking y me hice un esguince de grado 2; que no fue de grado 17 por lo que suelo (o solía hacer de propiocepción).

Que cuando el día 10 de enero andaba ya casi en condiciones de hacer elíptica, cae un nevadón, piso una placa de hielo, y me hago esguince sobre esguince. Viva y bravo.

Muy bien. Venga de nadar, oyes. Pues cuando el día 5 de febrero ya me decido y saco a pasear la bici por el carril de Colmenar, mi grandísima pericia ciclista me procura un empacho de suelo de la h***ia. Que en urgencias se vio que no había nada roto y tal, pero que todavía tengo el hombro como si llevara adosado un paso sevillano de Semana Santa. Pero sin más costaleros ayudando.

Así que estoy gruñona, no entreno, no escribo, y me cagontó. Pero eso sí, me he apuntado al Duatlón Villa de Madrid... en la modalidad popular. Carajo.