domingo, 11 de julio de 2010

Tengo miedo

Sí, tengo miedo. En el otro blog, el de la culebra, se puede ver una versión cínica e irónica del asunto. Pero lo cierto es que tengo miedo. Tengo miedo de la reacción de la masa. Gane o pierda la selección española masculina de fútbol el partido final de la copa del mundo, tengo miedo aunque solo sea de que no se pueda dormir en toda la noche. De que tiren cohetes y petardos y hagan sonar las bocinas hasta la madrugada o el amenecer. Y tanto egopísmo e irracionalidad me dan mucho miedo. Y seguramente haya también actos de vandalismo. Muy grave sería lo que me hiciera salir a la calle esta noche. Hace un rato vi a unos chavales ya mayores de edad (al menos la tenían para conducir) parados junto a una rotonda, bebiendo y agitando banderas de España, sin camiseta, profiriendo gritos inarticulados. Los chiquillos de nueve años están como fanatizados. Y me pregunto si no irán a por los que ni nos va ni nos viene el tema.
Entiéndase, no quiero ser cobarde, si hace al caso venderé carísima mi vida; pero la verdad es que me siento como si estuviera sitiada por un ejército zombie. Y en verdad que no me parece mala la comparación.

domingo, 9 de mayo de 2010

Un día perfecto

Y eso que anoche no daba un euro por él. Según jarreaba iba pensando antes de dormirme, "porque es el de los tribrothers talaveranos, que si no se iba mañana de competición su p. madre". Y de hecho se me olvidó poner el despertador en on. Así que todo empieza bien: me despierto espontáneamente alas 6:38, sólo 8 minutos tarde, y ya me había dejado margen. Fuera no llueve mucho, pero hace bastante viento. Está desapacible. Aun así, firmaría ese tiempo. A - 6, M - 50, A - 5 y sobre Navalcarnero empieza a asomar el sol. No quiero hacerme ilusiones. Pero llego a Talavera con solecito. Vaya, el Alberche baja crecido como nunca lo había visto. Aparco muy cerca del polideportivo, empiezo a encontrar a los compañeros, cojo la bolsa del corredor y vamos allá.

Se agradece el solecito. Algunos van entrando al río y glosan la enormidad de la corriente y la temperatura del agua. Pero yo veo que se puede nadar bien, y el agua la encuentro fresquita, pero estimulante. Nada que mi neopreno relativamente barato no pueda paliar. Bocina, vamos a la boya. Vuelta a favor de la corriente... pero con el oleaje por el viento en la cara, hay que respirar mirando casi hacia atrás del todo. Salgo y corro a boxes... ¡j..., cuántas bicicletas! ¿Ha pasado algo? ¿He hecho algo mal, eran dos vueltas? Pero no, era sólo una...

Bici bien, no tengo frío y me encuentro cómoda. ¡El asfalto está seco! En la subida al Cerro me ayuda el compact, aunque son más los que me pasan que a los que paso yo. Bueno, lo esperable en mi caso. Sobre el km 6 me pasa Anita, grande ella. En cambio, Carmen tarda más de lo acostumbrado en pasarme, casi hasta el 9 no lo hace. El el altiplano, vaya ventarrón lateral, y qué nubes más amenazadoras... Encarando la bajada, alcanzo a Josejoa, que me cuenta que se ha caído; pero se recupera, porque tira y me deja atrás.

La bajada del Cerro la hago pisando huevos, el viento lateral es muy fuerte y yo tengo muy en mente la promesa de ayer noche a Fósilman: que volveré entera y sana. Y al fin y al cabo, no tengo ninguna chica que alcanzar a la vista. Así que toco bastante el freno, la verdad. En el llano está el asfalto algo mojado, pero ya no hay problema. En los últimos 300 m antes de la T2 se pone a llover fuerte; ya no me importa.

Y además en seguida para, y como he hecho los últimos metros a plato chico, mis piernas van bien, me encuentro cómoda y noto que corro suelta y a un ritmo alegre; además mucha gente me conoce y anima, especial mención a Andresito y otros tribrothers que me animan por mi nombre. Una vuelta, me pasa poca gente, creo que sólo una persona (salvo los que me doblaban, claro) la segunda, mis patas responden, puedo apretar el último kilómetro, soy feliz. Esta vez no me he llevado jarroncico talaverano, pero sí mis comadres Carmen y la fantástica Teresa, que jamás se rinde, y también el tercer puesto femenino por Clubes (y ahí si que entro yo).


Ducha en el polideportivo, y estupenda comida en el buffet chino con un montón de gente que me cae muy bien y a la que tengo cariño; risas, comentarios, planes, chascarrillos...

La vuelta a casa con un sol precioso, viendo toda la campiña con el sol de la tarde; además, vivir en la Sierra Oeste de Guadarrama me permite abandonar la N - V en Maqueda, y volver por Escalona, San Martín de Valdeiglesias y Robledo de Chavela, y todo ello más que la Meseta parece Asturias, de verde que está. Soy feliz.

Y por último, una vez en casa, con las pilas cargadísimas y tras aclarar el neopreno y echar a lavar lo lavable and so on, ratazo de: sofá + dos gatintos ronroneando en el regazo + otro ronroneando junto a la pierna + partido de tenis que tenía grabado en el cual la española Mª José Martínez va y gana el masters de Roma.

¿Se puede pedir más?

jueves, 18 de febrero de 2010

Anda que...

Brevemente, que está la cosa muy malita en el curro y por eso menudeo menos por aquí, pero es que por fin he tenido dos minutos de respiro, miro por la blogosfera, y me veo a mi misma hace dos entraditas hablando de los objetivos de 2010 y no sé qué. Pos fale.

Que eso, que además de que la cosa anda así así en la empresa, que resulta que el 19 de diciembre, en saliendo de cronometrar las 6 horas de Rivas, no vi el bordillo del parking y me hice un esguince de grado 2; que no fue de grado 17 por lo que suelo (o solía hacer de propiocepción).

Que cuando el día 10 de enero andaba ya casi en condiciones de hacer elíptica, cae un nevadón, piso una placa de hielo, y me hago esguince sobre esguince. Viva y bravo.

Muy bien. Venga de nadar, oyes. Pues cuando el día 5 de febrero ya me decido y saco a pasear la bici por el carril de Colmenar, mi grandísima pericia ciclista me procura un empacho de suelo de la h***ia. Que en urgencias se vio que no había nada roto y tal, pero que todavía tengo el hombro como si llevara adosado un paso sevillano de Semana Santa. Pero sin más costaleros ayudando.

Así que estoy gruñona, no entreno, no escribo, y me cagontó. Pero eso sí, me he apuntado al Duatlón Villa de Madrid... en la modalidad popular. Carajo.