viernes, 24 de octubre de 2008

Trabajos en altura

Reconozco que me gusta mi trabajo. Pero como todos, la verdad es que al cabo de unos años conlleva un poco de rutina, poca en mi caso, pero la lleva. Así que viene muy bien que, de vez en cuando, como caída del cielo, venga alguna pequeña novedad... y la última ha sido un super chachi curso de Trabajos en Altura. Con muchíííísima parte práctica.
Para empezar, el profe era un figura. Lo sabía todo del tema, lo transmitía bien e infundía un montón de confianza... lo cual si te vas a colgar a unos cuantos metros de altura de una cuerda y un arnés como que viene bien.
El caso es que a mi estas cosas de pequeña me daban un tanto de cague, lo cual viene a demostrar que la Nutria, cuanto más vieha más descerebrada. Se me deben estar muriendo las neuronas a puñaos. Y lo bien que me lo paso...
Así que ahí tenemos a la Nutria, con su arnés, su casco y toda la ferretería encima (cinturón posicionamiento, juego de ganchos, juego de cinchas, etc.) trepando por las torres de celosía, haciendo rappel, trepando por escalas, montando líneas de vida... ¡qué divertido! Ha sido como pasar tres días en "De pino a pino" (sitio de la Barranca de Navacerrada que recomiendo a quien no tenga vértigo y le gusten las tirolinas) o volver otra vez de campamento (bueno, prefiero hacerlo en la montaña mejor que en un polígono de Valdemoro, pero qué se le va a hacer). Y francamente, cansa, si alguien ha trepado alguna vez por una torre metálica sin dispositivo de ascenso, sabe de que hablo. Di el entrenamiento de ese día por hecho con el simple complemento de unos pocos abdominales, unos pocos isométricos y bastante estiramiento. Y todavía tengo agujetas en los brazos.

lunes, 13 de octubre de 2008

Reinicio

Así que con mucho cuidado, estamos volviendo a hacer un poquillo ejercicio. Ya voy sacando la bici de carretera por terrenos ondulados, una hora y tres cuartos, y obteniendo bastante satisfacción, aunque voy muy lenta. Pero qué más da. Ayer, por ejemplo, me hice el recorridillo San Lorenzo - Galapagar - Villalba - Guadarrama - San Lorenzo. Dando un rodeito por Guadarrama, me salieron 39,9 km en 1:44. Me gustó porque es una ruta que no había hecho nunca, y que me da jueguecillo para en futuras salidas combinar con otros pueblos. Además iba bien de tráfico. Los únicos inconvenientes son a) a ver si la Espe y su mariachi se estiran un poquito y asfaltan el tramo El Escorial - Galapagar, que perdí dos o tres empastes, y b) lo de la "vuelta a la calma" no reza para nada con la llegada a mi domicilio, jodó, que el último tramo tiene una pendiente del 18%.

¡Albricias! ¡He corrido un poquillo! 15 minutitos el sábado, para probar, con muy buenas sensaciones, y 20 minutos hoy, en que he acusado un tanto el esfuerzo de ayer (recuérdese que he estado varios meses lesionada) y se me ha cargado un poquillo la fascia lata y la zona lumbar, pero vamos, tampoco nada grave. Eso sí, a la hora de escribir la presente estoy dandome un masajito en ambas fascias latas con mi Cefar.

Y por último, hermanos, he de abriros mi corazón y hacer una confesión: durante el mes de octubre estoy yendo a aquagym. Ya lo se, me pega como a un Cristo dos pistolas, pero se me ocurrió que era una manera divertida de coger de nuevo un poco de fuerza, movilidad y bofe. Por cierto, no me resulta sencillo, ¿eh? Se suda bastante. Y como encima se hacen como bailecitos, Nutria la Muñones parece un gorila cabreado suelto en medio de una cacharrería. Por lo demás, que sepáis que para eso hace falta calzar una especie de zapatillas espantosas como de marujona de los años 60; eso, o hacerse, como yo, unas ampollas sangrantes en solo 40 minutitos. Lo que yo os diga.